miércoles, 15 de junio de 2011

Gracias


Ha pasado un mes desde la procesión extraordinaria del pasado 15 de Mayo, fue un hecho histórico por muchos motivos, aunque todos tenemos presentes los lamentables hechos acaecidos en contra de la libertad religiosa, si alguien pensó que con esas actitudes deslucirían la procesión, nos daríamos media vuelta, o nos avergonzaríamos de ser nosotros mismos, cristianos, seguidores de Cristo e hijos de María, estaban muy equivocados, la fe, la oración, el amor del pueblo fiel y sencillo, se hizo patente, con mas fuerza que nunca, a pesar de estar abandonados por los poderosos. Todos vivimos un gran milagro, el del amor, el amor nos hizo no responder a las provocaciones e insultos, el de la conteción de esa "gente" cuando paso la imagen, que bien sabe de batallas y luchas, y cobijandonos bajo su manto todo se pudo superar.

Ha pasado un mes, tiempo más que suficiente para hablar, reflexionar, leer, escribir, meditar, y de todo ello, solo puede salir un único pensamiento;

GRACIAS

A todos los que estuvisteis presentes.
A todos los que no os dio miedo manifestar vuestra fe.
A todos los que aguantasteis lo inaguantable por mantener la compostura.
A todos los que habéis elevado una oración por la conversión de esa gente.
A todos los que desde ese día os sentís mas cerca de María, a Jesús por María.
A todos los que habéis visitado a la Virgen del Rosario.

A todos los que creéis que el odio se vence por amor.
A todos los que se desgañitaron la garganta, sin importarle nada, más que la Virgen María.
A todos los que os dolió lo ocurrido.
A todos los que nos habéis dado innumerables muestras de apoyo a través de diversos medios.
A todos por tantas y tantas cosas....

y sobre todo GRACIAS a Dios, por habernos dado el don incomparable de la Fe, por habernos dado valor para demostrar que los cristianos no nos avergonzamos de lo que creemos y vivimos, y gracias por darnos a MARIA, Reina del Rosario, Madre de los Creyentes, Auxilio de los Cristianos, Virgen de Lepanto, Madre Invicta, Reina de la Paz, que ella ruegue siempre a Dios por nosotros.